7/3/09

Oda a la bolsa de agua caliente

Hace poco leí que en China han inventado una gama de diseño de cubre-bolsas de agua caliente. Estos chinos, qué listos son los joíos…saben lo que necesitamos y lo utilizan para hacer negocio.

Tengo que decir que a mí es lo mejor que me pueden regalar. Es mi fetiche. Y si deja de tener olor trasnochado a cuadros escoceses que nos confunde avergonzándonos por desearlo, mejor. Era hora que alguien diera legitimidad a ese deseo, y nos lo ponga fácil para salir del ostracismo y podamos gritar “tráeme la bolsa de agua caliente” igual que decimos: “acércame una manta”.

Por tanto, gracias a los chinos he podido dejar de sentirme mal cada vez que me dispongo a calentarme. Y me pregunto si es que sólo los ancianos tienen necesidad de calor, y de afecto, que para mi estamos hablando de lo mismo. Yo cojo mi bolsa cuando me siento sola, así como cuando me frustro o me decepciono. La cojo cuando tengo ganas de llorar a gusto, para darme un homenaje de victimismo, o una orgía de sufrimiento. También cuando tengo frío.

Cuánto dinero se ahorraría la sanidad española si en lugar de medicación para “los nervios” recetara una dosis de bolsa de agua caliente. La pauta de tratamiento estaría en función de la temperatura que requiere cada aprensión y el número de veces al día de la aplicación: así, para un disgustillo en el trabajo aplicaríamos una vez ese día del mal trago, a temperatura media ; para una decepción importante de la índole que a cada cual le escueza más, tendríamos tres aplicaciones/día a temperatura alta, y seguiríamos en esta linea…

He de decir que la sabiduría popular lo tenía claro desde el principio de los tiempos, pero a veces no queremos escuchar. Frases como “necesito tu calor”, para reclamar afecto, o “está caliente” para señalar las ganas de contacto sexual/afectivo de una persona ya unen el concepto calor a lo afectivo.

En fin, solo quería reivindicar el gran beneficio de esta mi querida bolsa, compañera de fatigas, que los chinos han sacado del armario vestidita de diseño.

Un chorro de agua a 40 grados para todos.

21 Comentarios:

Efter dijo...

Cuando tengo a mi perro (el de mis padres) en casa unos días, me agarro a él cual bolsa caliente peluda, pero me gruñe si lo aprieto mucho. El resto del tiempo recurro a la pilita galvánica, no es tan blandita como la bolsa de agua pero el calorcito es parecido. Y sin peligro de inundación :)

Anónimo dijo...

Yo asocio la bolsa de agua caliente a mis faringitis infantiles. Sólo entonces mi madre me decía que llenara la bolsa roja de goma de agua calentita en el bidé, pero me duraba más bien poco, la verdad.
Después la sustituí por mi marido y no la busqué jamás en sus turnos de horarios alternos, aunque la deseé. ¡Eso es fidelidad!

Juan Duque Oliva dijo...

Pero supongo que el agua se enfriará a lo largo de la noche

Anónimo dijo...

Ah, lo olvidaba! Larga vida a este nuevo blog!!!
Un saludo a todos!

Lukas ThyWalls dijo...

También esta el sentido positivo de "meterse algo caliente en el cuerpo", aparte de las que comentas.

Yo en casa tengo la suerte de tener un termo que saca el agua caliente del mismísimo infierno, y sin necesidad de calentar agua aparte, ya tengo agua casi hirviendo al instante. Así de vago soy haciéndome mis Sopinstant...

Pero no todas las bolsas calientes son buenas...

Si vais a hablar de todo lo que inventan los chinos y los japoneses, ya tenéis para escribir durante dos juicios finales y medio.

Caracola Light dijo...

Es muy bonita esta oda.
Os deseo muchos años de publicaciones.

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!!!

Vengo de la casa de Efter, y le dije:
“Shhhhhh!!!!!, hablemos en silencio, aquí en Argentina eso de la triple A, es mala palabra.”

Para nosotros esto es, dictadura, muerte en las noches, golpes, sacar personas de prepo de sus domicilios, perdón, pero es lo que me genera el nombre, se que ustedes lo hicieron con otras intenciones y seguiré mirando..........


Un besote y abrazo de oso.

Strawberry Roan dijo...

¿A quién se le ocurre inaugurar un blog con una oda a la bolsa de agua caliente? A vosotros, claro. Lo que no es bueno ni malo, pero raro no me negaréis que es.
A mí las bolsas de agua caliente me dan miedo. Son como animales muertos y emiten sonidos extraños cuando las apretujas (glups-glorp-glor). Estas fundas chinas para bolsas de agua son como los vestiditos y trajecitos que las viejas chochas les ponen a los perros falderos en invierno.
En mi casa nunca habrá una bolsa de agua caliente, más que nada porque no me pega con el resto, y uno tiene que aparentar, tiene que aparentar...

niñaca dijo...

Hola Comun, para nosotros la triple A, significa amistad, afinidad, compañia, contar con los amigos para echarte unas risas y olvidar los problemas cotidianos. Las palabras no tienen culpa que se las asocie a los más vil del ser humano. Sin embargo entiendo tu rechazo y que las tengas asociadas a cosas dolorosas.

Intentaremos darle otra oportunidad a estas siglas.
Gracias por entrar.

Landahlauts dijo...

De pequeño mi madre metía alguna en la cama. Pero antes de meternos nosotros, al entrar... la sacaba. Por si se derramaba. Hace unos años compré una para calentar la cuna de los niños y, hacía lo mismo. Nunca me he fiado de ellas demasiado, se ve que soy de naturaleza desconfiada. El caso es que me dan miedo meterlas en la cama por si se derraman o se pinchan... o yo que sé (es un miedo infundado así que no le busquéis una lógica aplastante).

Enhorabuena. Os leeremos.

Vytautas Aššāšīn dijo...

Para cuándo un post sobre el Tantō?????

Mucha mierda.

Peritoni dijo...

Vengo de ca Efter, bienvenida al mundo blogueril.
Me has hecho recordar cuando era pequeño y no teníamos calefacción ni nada, sólo una catalítica a gas, y alguna noche de frío extremo mi madre llenaba una botella de gaseosa con agua caliente, la envolvía en un paño y me la metía en la cama...qué gustito y qué recuerdos...

Steve McQueen dijo...

A mi parece muy bien descrita estas sensaciones. Estos chinos es que están en todo. Tienen un buen ojo...

Maritoñi dijo...

Tengo una visita pregramada con Esperanza Agirre, pero en brevé irá a Asia. Me invitaréis a tomar un café.
Besos con azúcar glasé

Stultifer dijo...

Vivan los chorros de agua caliente.

Señor colostomizado dijo...

Yo llevo una bolsa con líquido caliente pegada al cuerpo los 365 días del año y no es nada del otro mundo...
La mía no la inventaron los chinos, fueron los laboratorios easyflex, de Massachusets. Esos sí que saben.

Anónimo dijo...

perietoni,me alegro de haber propiciado unos recuerdos gustosos.esa es mi intención.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

¡Hola! Pues una bolsa de agua caliente lo veo ecológico la verdad, mejor que una manta eléctrica, que puede dar calambre..., es una cosa de los abuelos, que no está mal recuperar (en Italia la siguen usando mucho, aquí está en las droguerías y así tiendas de barrio, -las que no son de design, al menos-).
Mucha suerte con el Blog, el diseño es bonito y promete...
Besotes.

Mónica dijo...

jejejejejeje yo también soy muy pero muy amiga de la bolsa de agua pero por lo que cuentas, tu me superas eh!

Un saludo ha sido un placer pasar por tu blog.

~¿si él=Sol, io=Andròmeda?~ dijo...

^-^♥ ¡¡¡Ke viva! las bolsas de agua caliente y lo Asiático!!! Como dice esto: "qué listos son los joíos…" ¡Si! ♥^-^

YoFran dijo...

La bolsa de agua caliente gran compañera.

Personalmente le escribi una pequeña oda.